
Las islas y las montañas, como cuevas o lagos, son sistemas aislados, fragmentos de la biosfera rodeados de una frontera a través de la cual los intercambios son mínimos, bien delimitados y reconocibles. Este hecho afecta a vegetales y animales, incluidos los humanos.
Las fronteras, a veces, son difíciles de delimitar aún en los sistemas aislados. En una isla, sin embargo, la frontera está clara: el mar. Con estas características, en las islas se dan unas condiciones evolutivas peculiares, características de la historia de cada una.
Las islas Galápagos son las más nombradas en biología evolutiva, porque,según la leyenda, Darwin dedujo la teoría de la evolución por medio de la selección natural en ellas: los pinzones que las poblaron desde el continente americano, especializaron su alimentación de manera distinta en cada una de las islas, así, sus picos se fueron adaptando según los recursos en cada una de ellas.
El dodo, una especie de paloma de la isla de la Reunión, creció hasta dimensiones que le fueron fatales; fatales porque fueron considerados reservas de comida por los marineros holandeses hasta su exterminio. La misma suerte corrieron los moa de Nueva Zelanda; grupo de aves, algunas especies de las cuales llegaron a alcanzar enormes dimensiones, más de tres metros, y que se exterminaron tras la llegada de los morís, primeros pobladores del archipiélago de origen polinesio, en el siglo X. Más local es el caso de Miotragus, un bóvido que vivía en Mallorca, con características peculiares: escasa talla, crecimiento continuo de los dientes, posición frontal de los ojos, que fue exterminado poco después del poblamiento humano de la isla; por la extraña forma de sus articulaciones, seguramente no correría demasiado, con lo que podría se cazado con gran facilidad. Estos tres ejemplos de animales insulares extinguidos habían adquirido sus características únicas por falta de predadores.
En las islas se dan endemismos. Es característica de las Baleares la distribución de las lagartijas. Independientemente que pertenezcan o no a la misma especie ahora, sí pertenecían hace cinco millones de años cuando el Mediterráneo se secó, por cierre del estrecho de Gibraltar. Seguramente, desde una Europa más cálida que la actual, poblaron las regiones que, al volverse a abrir el estrecho, aislaron poblaciones características en cada una de las islas Baleares. Fenómenos de este tipo suceden en los biomas aislados.
Estudiar una población humana resulta muy atractivo por las peculiaridades de nuestra especie: un desarrollo cultural único. Así, los objetos nos permiten deducir actividades y poner fechas; las lenguas, la historia..
Estudiar la población humana de las islas Canarias tiene otros alicientes. Las Canarias están entre tres continentes: África, Europa y América. Cada uno de los tres influyó en ellas y cada uno de los tres en diferente medida fue influido por las Canarias. La isla de El Hierro se ve afectada, además, por otro fenómeno: el de la doble insularidad. Al ser una de las menores, para acceder a ella, primero hay que hacerlo a una de las islas mayores, más frecuentemente Tenerife. Así, El Hierro vio cómo la historia fluía a su alrededor. Participó de manera activa y de manera pasiva…