Las proteínas son los robots de la vida, las ejecutoras de las funciones, los sillares de nuestra construcción. Nuestro organismo las fabrica a partir de la información de los genes: los dos principios básicos de la vida. Pero ¿cómo se traduce la información en función?
Descifrar el código fue complejo porque, tanto los genes como las proteínas, son grandes moléculas formadas por unidades ensartadas como en un collar de perlas. Los ácidos nucleicos están formados por 4 tipos de componentes, las bases nucleicas; las proteínas, por 20: los aminoácidos.
El español Severo Ochoa, en 1959, después de recibir el premio Nobel, quiso encontrar el código que relacionaba estos dos tipos de molécula, el que lleva la información y el que la ejecuta.
Hablando con unos colegas, idearon cómo podían deducir qué combinación de nucleótidos correspondía a cada aminoácido, es decir, el lenguaje de nuestra herencia.
Niremberg y Khorana empezaron por probar un ácido nucleico, que había preparado Ochoa, y estaba formado por un solo nucleótido. Según su hipótesis, deberían obtener una proteína formada por un solo aminoácido. Y así fue. Tras la incubación, en un solo de los tubos hubo resultados: el que contenía el aminoácido fenilalanina. Así se empezó a descifrar el código genético.
¿Cómo es este código genético?
Las palabras con que el ácido nucleico portador de información codifica los aminoácidos que componen las proteínas funcionales tienen que se de tres letras. Cada serie de tres nucleótidos corresponde a un aminoácido. Según el experimento de Niremberg y Khorana, cuando las instrucciones del ácido nucleico formado por 3 bases iguales es: uracilo, uracilo, uracilo… la respuesta es: fenilalanina.
Los otros aminoácidos son sintetizados por combinaciones diferentes de los 4 nucleótidos tomados de 3 en 3. Los aminoácidos se alinean hasta formar proteínas con 1.000 y hasta 10.000 de ellos. Todos siguiendo el mismo código.
Es posible que el código genético funcione desde hace 3.000 millones de años, quizá menos. Con seguridad quedó establecido con la evolución de las bacterias y es universal: todos los organismos aplicamos el mismo código genético.
Programación 347 Proteínas: los robots de la vida (16-02-2005)
Enlaces de interés
Severo Ochoa (Instituto Nobel)
Severo Ochoa (español)