Una reacción obsesiva de nuestro cerebro tiene lugar cuando se da un fenómeno de dependencia a una droga, como por ejemplo, el alcohol.
La adicción es un trastorno de carácter permanente: cuando el adicto deja de tomar la droga, su cerebro no es el mismo que el de un sujeto normal.
El experimento de hoy investiga uno de los cambios cerebrales producidos por el alcoholismo.
Vemos el efecto de la adicción en el comportamiento de los animales alcoholizados, más inquietos por la espera de la dosis, que el de los animales que solamente beben agua y azúcar.
Pretendemos estudiar los efectos de la droga en el hipocampo, una región del cerebro relacionada con los cambios permanentes en la conducta.
Para ello, se inyecta un fármaco, la nicotina, que actúa en un receptor (el nicotínico) uno de los receptores que resulta afectado por el alcohol.
A continuación se realiza una prueba de aprendizaje para ver los efectos del fármaco y se detectan diferencias en el comportamiento de las ratas alcohólicas y las que no lo son: la respuesta a la nicotina es mayor en los animales alcohólicos.
Estas diferencias de comportamiento se deben a cambios en el receptor nicotínico del hipocampo.
Al estudiar el cerebro de animales adictos se ven cambios respecto de los animales normales: el número de receptores nicotínicos ha aumentado considerablemente en los alcohólicos, respecto de los animales no adictos.
En los animales deshabituados al alcohol, el número de receptores nicotínicos no desaparece tras la abstinencia de alcohol, si bien, no todos los receptores son activos. Esta característica sería típica del cerebro adicto.
Si se pudiera regresar a la situación de normalidad, se podría pensar en la curación de las lesiones que el alcohol produce en el cerebro.
Las ratas empleadas en este experimento no han sufrido ningún dolor y todos los experimentos han sido aprobados por el comité de ética de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Programa 327 Obsesiones cerebrales (29-09-2004)
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Neurolab