Los superorganismos son conjuntos que se comportan de manera más eficiente que lo que haría la suma de todos los elementos tomados de forma individual. Un claro ejemplo de superorganismo son las colonias de insectos sociales: individuos de pequeño cerebro, cuyas colonias se comportan, en conjunto, de una manera mucho más inteligente que la suma de la inteligencia de cada una de las hormigas. Todo ello sin que haya una idea global, ni supervisión.
Una de las formas de coordinación de las colonias de insectos sociales es a través del olfato. Con moléculas volátiles, los insectos sociales organizan gran parte de su vida. Veamos un ejemplo de integración de comportamientos en un hormiguero con sustancias químicas que cohesionan el equipo-
Tenemos una colonia de hormigas a la que hemos hecho ayunar durante una semana. Tenemos también una fuente de azúcar. Vamos a conectar ambas a través de un puente. Este puente tiene dos ramas de longitudes claramente diferentes: una más corta y otra mucho más larga.
Al principio las hormigas se dirigen a la fuente de azúcar por ambas ramas. En su camino dejan un rastro químico que indica a las compañeras un camino transitado. Como en la rama más corta las moléculas se mantienen más tiempo, el camino se refuerza. Y, en poco tiempo, el trayecto corto es el más transitado.
Gracias a las feromonas, sin que ninguna hormiga tenga una visión de conjunto, el superorganismo que es la colonia obtiene un resultado mucho más eficiente, mucho más inteligente, que la suma de las inteligencias de cada una de sus componentes.
Programa 313 ¿Cómo se construye un superorganismo? (30-03-2004)
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Página de Guy Theraulaz