La expresión ‘El mundo es un pañuelo’ es una de las más comunes. ¿Es cierta? ¿Estamos todos relacionados entre nosotros? ¿Formamos parte de una enorme red? ¿O de círculos cerrados?
Los sociólogos consideran que cada uno de nosotros conocemos a 300 personas a las que llamamos por el nombre de pila. Cada una de estas personas, nos puede presentar a 300 más. Así pues, esto hace que podamos estrechar la mano a 300 x 300 = 900 personas. Siguiendo el mismo criterio, estamos alejados por dos apretones de mano de 90 mil personas, y de 27 millones por tres apretones de mano.
Así, según estos cálculos, toda la población de Estados Unidos estaría unida por seis grados de separación.
Pero las personas comparten amistades y se mueven en círculos más o menos estables y cerrados.
Hace 30 años el psicólogo estadounidense Stanley Milgram quiso comprobarlo.
Ideó un experimento y, con los resultados, revolucionó la concepción de las relaciones humanas. Seleccionó al azar 160 personas que iban a ser los ‘remitentes’ de un documento a otras dos personas destinatarias a las que no conocían; de las que también desconocían su dirección y que vivían en ciudades lejanas.
Milgram encontró que el número de eslabones en la cadena, hasta que finalmente el documento llegaba a su destino, oscilaba entre 2 y 10, siendo 5 el número más frecuente. Como la media era superior a cinco; así cuajó la afortunada expresión: ‘seis grados de separación’.
El experimento de Milgram mostró cuán estrechamente están unidas las personas por la red de amistades. Pero esta prueba explicaba otros como la transmisión de habladurías, noticias sensacionales, chistes y confidencias.
Programa 312 Complejidad, redes y autoorganización (23-03-2004)
Enlaces de interés
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